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Qué es la astenia otoñal y cómo evitar que afecte a tu salud

Qué es la astenia otoñal y cómo evitar que afecte a tu salud

Seguramente hayas oído hablar largo y tendido sobre la astenia primaveral, pero ¿qué pasa con la otoñal? Estas son sus consecuencias sobre nuestra salud y así puedes prevenirla.

El otoño entró en vigor el pasado 23 de septiembre, aunque las altas temperaturas han prolongado el verano este año más de lo normal y hemos vivido un inicio de estación mucho más caluroso de lo que estábamos acostumbrados. No obstante, poco a poco, las horas de luz han ido menguando y los días se han vuelto más fríos: ahora, sí que sí, estamos en otoño. Ir a recoger castañas, quedar para buscar setas, salir a hacer senderismo, coger la bici para hacer una ruta, ir al gimnasio con una chaqueta porque refresca en el camino… ¡Qué gustito da esa bajada de temperaturas propia del otoño! Los planes se nos acumulan, pero ¿sientes que tu barrita de energía va bajando sin que hayas hecho un sobreesfuerzo? ¿Te levantas con cansancio aunque hayas dormido ocho horas? Puede que lo te ocurra tenga un nombre: astenia otoñal.

Aunque este es un fenómeno que la mayoría de las personas asocian a la primavera, lo cierto es que el otoño también provoca un síndrome similar en nuestra salud, sobre todo con la entrada en vigor del horario de otoño. Los días duran menos, echamos de menos las horas de sol que asociamos al periodo vacacional, llega la temporada de lluvias y con ella los resfriados, debilitando nuestro sistema inmunitario… y además hay una serie de cambios que sufre nuestro organismo. Al anochecer antes, nuestra producción de melatonina, la hormona encarga de regular nuestro ciclo circadiano, se adelanta. Además, nuestra producción de serotonina, la hormona de la felicidad, baja, por lo que se produce un desajuste en nuestro organismo que se tarda en compensar.

Todo esto tiene unas consecuencias negativas sobre nuestra salud:

– Sufrimos alteraciones del sueño: dormimos menos y peor

– Estamos más irritables

– Nos encontramos más cansados

– Sentimos una mayor fatiga

– Tenemos dolor muscular y articular

– Estamos más apáticos y sentimos poco interés por las cosas

– Nuestra libido puede disminuir

– Comemos en exceso o en defecto

– Nuestro estado de ánimo es cambiante

– Nos encontramos más tristes de lo habitual

¿Cómo podemos prevenir los efectos de la astenia otoñal sobre nuestra salud?

Cabe recordar que los efectos de la astenia otoñal sobre nuestra salud son transitorios y no tienen por qué condicionar nuestra salud a largo plazo, por lo que no suponen ninguna amenaza ni problema grave sobre nuestra salud. Aun así, para intentar que la astenia otoñal tenga los mínimos efectos sobre nuestra salud, podemos adoptar una serie de hábitos de vida saludable que a buen seguro ayudarán a minimizar estos síntomas y a continuar con nuestra vida de la manera más activa posible:

1. Ejercicio físico

aunque las temperaturas bajen, intenta no bajar tu ritmo de entrenamiento. Juega a tu deporte favorito, sigue acudiendo a tu clase preferida del gimnasio, aprovecha el nuevo curso para apuntarte al club de deporte con el que más te identifiques… El deporte tiene un gran impacto en nuestro bienestar y es uno de los grandes aliados frente al estrés y la ansiedad.

2. Conecta con la naturaleza

el estilo de vida urbanita tiene innumerables ventajas, pero el ser humano necesita desconectar para volver a conectar, y un largo paseo por la naturaleza tiene grandísimos beneficios sobre nuestra salud. En bicicleta, en una ruta de senderismo… aprovecha el otoño para hacer una inmersión por el campo. Los hermosísimos tonos cobrizos de los árboles hacen de la naturaleza en esta época del año una estampa inolvidable que te llevarás grabada en la retina y permanecerá en tu mente como una herramienta totalmente sanadora durante días.

3. El poder de una dieta equilibrada

lo que comemos tiene un impacto inmediato en el funcionamiento de nuestro organismo. Aprovecha las bondades de los alimentos de otoño para hacer de tu alimentación una dieta superrica y variada: calabaza, setas, legumbres, frutas de temporada, frutos secos… Además, como en todas las épocas del año, intenta no abusar de las bebidas alcohólicas y con cafeína y de los azúcares y grasas saturadas (¡y más teniendo en cuenta que se acerca la Navidad, una época especialmente complicada!).

4. Respeta las horas de sueño

un sueño reparador es fundamental para aliviar los síntomas de la astenia otoñal y gozar de una salud de hierro también en esta época del año. A ser posible, adelanta la hora de irte a la cama y evita los aparatos eléctricos al menos dos horas antes de dormirte. Intenta dormirte todos los días a la misma hora, no abusar de las cenas copiosas y dormir al menos las ocho horas que recomienda la Organización Mundial de la Salud.

5. La importancia de la luz solar

aunque vivimos en uno de los países con más número de horas de luz solar, la mayoría de los españoles tiene déficit de vitamina D. Con la disminución de luz solar, este problema de salud se hace aún más acuciante, por eso es de suma importancia que todos los días salgas a desempeñar alguna actividad al aire libre para aprovechar al menos 15 minutos de luz solar. Tu organismo y tu sistema inmunitario de lo agradecerán.