Conoce todos los beneficios del spa para tu cuerpo
Las zonas de spa sirven para relajarnos, pero son muy beneficiosas también en otros muchos aspectos.
Todo lo que el baño turco, la sauna, el jacuzzi o los chorros de hidromasaje pueden hacer por ti
Entre tanto estrés, prisas y obligaciones diarias, en ocasiones es necesario hacer una pausa y olvidarnos de todo para pensar solo en cuidarnos en cuerpo y mente. Para eso están las estaciones de relax y zonas de spa que, si bien sirven para relajarnos, son muy beneficiosas también en otros muchos aspectos.
Para empezar, debemos saber que podemos disfrutar de una sesión wellness de muy diversas maneras, porque en la zona spa encontramos diversas instalaciones: desde el baño turco a la sauna, pasando por el jacuzzi, las camas de agua, las duchas de contraste frío-calor o los chorros, cada una con sus distintas características.
El baño turco y la sauna
Una de las dudas más frecuentes gira en torno a las diferencias entre el baño turco y la sauna. Mientras la sauna, que proviene de Finlandia, tiene como protagonista al calor seco y se practica a una alta temperatura (entre 80 y 100 grados) y a bajo nivel de humedad, el baño turco, también conocido como baño árabe o hammam, utiliza un calor húmedo a través del vapor de agua, en el que nos sumergiremos a una temperatura de entre 40 y 70 grads.
Los espacios en los que se practica también son muy distintos, ya que la sauna es una cabina de madera con bancos en distintos niveles y el baño turco, por su parte, está hecho de piedras o mármol en un mismo nivel.
Sin embargo, sus beneficios sí que son similares: relaja y reduce el estrés, tonifica y aporta elasticidad, hidratación y suavidad a la piel, elimina impurezas, toxinas y bacterias, activa la circulación sanguínea, reduce la artritis, elimina el exceso de líquidos, regula la presión y libera las vías respiratoria, alivia los dolores de cabeza…
Los beneficios de la hidroterapia
Los chorros a presión tienen beneficios curativos para los dolores musculares.
Pero en la zona spa aún hay instalaciones que te faltan por descubrir, y todos se centran en el agua, innegable potenciador de la relajación. Es aquí donde encontramos el burbujeante jacuzzi, una bañera de hidromasaje con chorros de agua caliente a presión que tiene beneficios curativos para los dolores musculares, ya que reduce las tensiones y proporciona un enorme bienestar, ayudando a prevenir el estrés y las consecuencias derivadas de este, como el insomnio. Además, activa la circulación sanguínea, contribuye a abrir los poros y a eliminar las toxinas de la piel, disminuye los dolores de cabeza, etc.
Por otro lado, contamos también con los chorros de agua fría y caliente, una práctica que consiste en alternar el agua fría y el agua caliente durante aproximadamente 3 minutos (de 8 a 30 segundos cada intervalo), terminando siempre con una ducha fría. Sirve para aliviar contracturas gracias a la presión del agua, estimular la circulación sanguínea y, además, dependiendo de a dónde apunten los chorros, puedes incidir más en una parte del cuerpo u otra dependiendo de si hay algún problema que desees tratar.
Recomendaciones
Ya has visto los numerosos beneficios que la zona spa tiene sobre nuestro cuerpo, pero, antes de que vayas directamente para allá, te dejamos unas recomendaciones:
- Las sesiones no deben superar los 15-20 minutos.
- La hidratación es muy importante. Perderás líquidos a través de la sudoración, así que no te olvides de beber agua antes y después.
- Dúchate antes de ir a la zona spa. Tu piel debe estar limpia de lociones, cremas o aceites que puedan impedir la liberación de toxinas.
- Estas actividades no son aconsejables para mujeres embarazadas, personas con problemas cardíacos, presión arterial alta, diabetes ni tampoco para los niños.
